Un análisis de la consultora Focus Market indicó que el programa Precios Máximos tiene más presencia y mayores posibilidades de fiscalización en las grandes cadenas de supermercados, pero no en otros formatos comerciales minoristas como kioscos, almacenes, autoservicios y supermercadistas independientes.
El estudio advirtió que existe una diferencia entre los Precios Máximos en las grandes cadenas y los valores en otros canales comerciales que se encuentran por fuera de esa disposición. La brecha alcanza el 48% a pesar de tratarse de los mismos productos y de las mismas marcas. Por ejemplo, en el caso del yogurt, la diferencia es de 26%, para el tomate perita, de 24%, para el atún de 22% y para los fideos, de 15 %.
El programa inició el 19 de marzo de 2020 para frenar la suba de una canasta de productos en comercios de todo el país y asegurar el derecho de los consumidores a acceder a información veraz sobre los precios. Recientemente se prorrogó hasta el 15 de mayo, sin aumentos de precios y manteniendo la lista de los productos incluidos.
Según la consultora, la extensión, sin actualización de los valores tope después de tres meses en los que la inflación acumuló cerca de un 11% de avance según datos del Indec y estimaciones privadas a marzo, hace más pesado para las empresas el sostenimiento de los valores.
También mencionó que los costos que no se ven en las etiquetas de precios, se están viendo en variedades y cantidades. En muchos casos el congelamiento de precios ha obligado a las grandes empresas a retirar productos y marcas del mercado o a disminuir el volumen de producción de las mismas.
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