Conocé las diversas formas de estafas virtuales y las recomendaciones para preservar tus datos personales.
Las restricciones a la circulación y el uso masivo de herramientas digitales generaron un ambiente propicio para el aumento de las estafas virtuales y el desarrollo de nuevas formas de ciberdelito.
Desde que inició la pandemia, los intentos de estafa a través de internet y los ciberataques se han disparado exponencialmente. Según datos de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), en 2019 se denunciaron solo 22 contra 641 en 2020. Esta cifra representa un alarmante incremento de casi el 3.000%.
Existen distintas formas de ciberdelitos. Una de las que ha tomado relevancia mundial a partir del inicio de la pandemia es el ransomware, que consiste en el "secuestro" de la información de una empresa para exigir el pago por su rescate. Según un estudio de Check Point Research, en 2021 el ransomware se incrementó un 102% respecto a 2020 a nivel mundial y se duplicó el número de organizaciones afectadas.
Por su parte, Argentina se ubica en segundo lugar en el ranking de países más atacados, detrás de la India, que cuenta con un promedio de 213 ataques semanales desde principios de año. Chile se encuentra en tercer lugar con 103 ataques.
En Argentina, los ciberdelitos más comunes son el fraude y estafas en cuentas bancarias; el robo de claves de acceso a homebanking o datos de tarjetas de crédito y la toma de control de diversas cuentas (take over).
Según Horacio Azzolin, fiscal de la UFECI, el delito con mayor crecimiento durante 2020 y 2021 es el fraude en las compras online, en las que el delincuente se hace pasar por un vendedor real, realiza una venta online y recibe el dinero, pero nunca manda el producto comprado.
La toma de control o take over de cuentas bancarias, billeteras digitales y cuentas de redes sociales que luego son usadas como disparadores de otro tipo de fraude que tomó importancia durante la pandemia.
En muchos casos, los estafadores buscan engañar a los usuarios para que entreguen voluntariamente información sensible, como credenciales, claves, tokens y otros datos. Esta práctica se identifica como ingeniería social.
Por ejemplo, un mecanismo que utilizan los estafadores con frecuencia consiste en hacerse pasar por alguna empresa y solicitar a los clientes datos personales que les permiten acceder a sus cuentas.
El phishing es otra metodología utilizada para obtener los datos de las personas y consiste en el envío de mails a los clientes para que ingresen a sitios falsos que copian la estética de una entidad bancaria con el fin de que los usuarios brinden información sensible.
Según Gonzalo García, vicepresidente de Fortinet para Sudamérica, se registró un incremento sustancial de actividad cibercriminal durante la pandemia, principalmente relacionado con campañas de phishing o spear-phishing (dirigida a personas seleccionadas previamente). Además, informó que detectaron más de 900 millones de intentos de ciberataques en Argentina durante 2020.
Cómo prevenir los ciberdelitos:
En la mayoría de estos delitos, el objetivo es engañar a los usuarios para que entreguen voluntariamente sus credenciales, claves, tokens y otros datos personales.
De esta forma, resulta fundamental la educación de las personas en materia de ciberdelito para que aprendan a identificar este tipo de situaciones y tomen consciencia de su responsabilidad en el cuidado de sus datos personales.
En primer lugar, es fundamental cuidar los datos personales y siempre verificar que los canales de comunicación que utiliza la empresa para ponerse en contacto con el usuario sean auténticos. Además, antes de introducir la información personal en una página web, es necesario comprobar que se esté utilizando un sitio web legítimo.
También es importante no brindar claves y datos sensibles cuando los piden por correo electrónico o páginas web a las que se accede vía email, llamadas telefónicas o contactos de WhatsApp; evitar descargar archivos de fuentes desconocidas y tener cuidado con los mensajes de correo electrónico que contienen enlaces sospechosos.
Por último, otra forma de prevención es reforzar la seguridad de las cuentas. Para ello se recomienda utilizar contraseñas más complejas y exclusivas que no se repitan en distintas cuentas.
Según los expertos en el tema y las proyecciones de informes recientes, el panorama para lo que resta del año es desalentador: 2021 será incluso peor que 2020 en materia de ciberseguridad. Por esta razón, los usuarios deben mantenerse atentos para reducir las posibilidades de sufrir este tipo de delitos.
Fuente: iproup.com
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